Anatomía sexual femenina: descubre todo sobre tu zona más íntima
La anatomía sexual femenina siempre ha tenido un carácter meramente reproductivo en los libros de texto, ignorando todos sus componentes hasta el punto que muchas mujeres adultas no son capaces de distinguir siquiera por dónde orinan. ¿Por qué con el pene sí te lo muestran? Esta ocultación de cómo son tus genitales en realidad, contribuye a que las mujeres crezcamos sin saber cómo son, ni cómo funcionan y, por supuesto, ignorando nuestros propios puntos de placer.
Así pues, en este artículo voy a explicar paso por paso las distintas partes de tu anatomía íntima, no sólo con el objetivo de que puedas ponerles nombre, sino para invitarte a explorar y conocer tus genitales como es debido.
La vulva
El chichi, el juju, la flor, el chocho, el coño… recibe muchísimos nombres coloquiales, pero el nombre correcto para denominar a toda la zona externa de tus genitales es vulva. Muchas personas se refieren a todo el órgano como la vagina, pero lo cierto es que la vagina es otra parte de tus genitales y se refiere al conducto interno. Así pues, la vulva se compone de distintas partes:
El monte de Venus
Recibe el nombre de la diosa romana del amor y la sensualidad y es la zona de piel que se encuentra justo debajo de tu ombligo, por encima del hueso púbico. Suele estar recubierto de vello púbico, cuya función es proteger esta zona tan sensible.
Labios mayores o externos
Si bajas un poco más, encontrarás los labios mayores o externos, que protegen tanto tu uretra como tu entrada vaginal de posibles infecciones. Suelen estar también recubiertos de pelo, ofreciendo una protección extra. Eliminar el vello debe ser una opción y no una obligación.
Glande o capuchón del clítoris
Al separar los labios externos puedes ver una puntita de carne que sobresale. Ese es el glande del clítoris y es la parte externa de este órgano que tantas alegrías nos da a las mujeres. Tiene capacidad eréctil durante las fases de respuesta sexual, esto es, aumenta su tamaño y se mantiene erguido.
Labios menores o internos
Junto con el glande del clítoris descienden los labios menores, que son como unas láminas de piel y rodean toda la entrada vaginal. Son muy sensibles al tacto debido a que tienen muchísimas terminaciones nerviosas, por lo que su estimulación puede ser muy placentera. Aunque tradicionalmente se han denominado labios mayores y menores respectivamente, es más correcto referirse a ellos como externos o internos, ya que puede darse el caso de que los labios internos sean más grandes que los externos y daría lugar a estigmatizar unos labios menos normativos.
Uretra
Al separar los labios menores, justo debajo del glande del clítoris se encuentra la uretra. Puede ser un poco dificultoso verla, pero está ahí. Es un orificio por el cual expulsamos la orina y también el líquido segregado al realizar la conocida práctica de squirting.
Entrada vaginal o introito
Abajo del todo se encuentra el orificio de la vagina, que da acceso a su interior. Es la principal implicada en el proceso de reproducción.
Periné
Se trata de la zona de piel que se encuentra entre la vagina y el ano. En él se practica la episiotomía durante el parto (una incisión que se realiza para evitar desgarros). También es una zona muy sensible cuya estimulación puede resultar placentera.
Glándulas parauretrales
Puesto que no se ven en la imagen, las he dejado para el final. Se trata de dos agujeritos que se encuentran a ambos lados de la uretra y equivalen a la próstata. Son responsables de la eyaculación femenina, que se trata de una sustancia blanquecina (o puede ser incolora) que puede segregarse independientemente de si se está produciendo un orgasmo o no.
Glándulas de bartolino
Tampoco se ven en la imagen, pero se encuentran alrededor de la entrada vaginal y son las responsables de segregar la lubricación natural durante las fases de respuesta sexual.
El clítoris
Debido a sus características especiales, he decidido dedicarle un apartado especial. El clítoris es el único órgano que sirve para dar placer, aunque se estudia que pueda tener también cierto papel en la reproducción. Es el equivalente al pene debido a ambos órganos se desarrollan a partir de la misma estructura. En su totalidad, el clítoris es tal que así:
Como puedes ver en la imagen, está compuesto de varias zonas. El glande del clítoris es lo que se ve en la vulva, como habíamos dicho antes y el resto de la estructura se encuentra interna, alrededor de la entrada de tu vagina.
Así pues, los llamados cuerpos cavernosos son considerados las raíces del clítoris y son las responsables de que el glande tenga una erección.
Los llamados bulbos del vestíbulo son dos cavidades que en reposo están vacías y que se llenan de sangre durante la fase de excitación. ¿Has escuchado alguna vez lo de ser vaginal o clitoriana? Es un mito absolutamente falso. Para poder llegar “fácilmente” al orgasmo con estimulación únicamente vaginal, es necesario que estos bulbos estén hinchados al máximo y para ello, es necesario estar muy excitada. Aun así, estarías estimulando de forma indirecta el clítoris y sería esa estimulación lo que desencadenaría el orgasmo.
No obstante, hay mujeres que son capaces de tener un orgasmo a través de la estimulación de sus pezones, por lo que lo más correcto sería afirmar que el órgano sexual más potente es el cerebro.
La vagina
Llegadas a este punto, ya serás toda una experta en tu anatomía genital. La vagina es un conducto de entre 5 y 7 centímetros de largo que se alarga y ensancha durante las fases de respuesta sexual. Puede dividirse en tres partes, que serían la entrada y los dos tercios internos, los cuales no tienen terminaciones nerviosas.
Al no haber terminaciones nerviosas, podría decirse que toda la acción se encuentra en la parte más externa, que es donde se ramifica la estructura del clítoris. Sus paredes de encuentran apoyándose la una en la otra cuando se está en estado de reposo (es decir, cuando no hay estimulación sexual).
Otro dato importante sobre tu vagina es que no es recta, tiene una curvatura y está más bien inclinada en dirección a tu espalda. Si tienes algún problema para insertar un tampón por ejemplo, prueba con distintos ángulos.
A diferencia de lo que muchas personas piensan, la vagina no es un espacio interminable en el que se puedan perder objetos. Tiene un tope y no existe conexión directa con otros órganos que se encuentren fuera del aparato reproductivo.
Dentro de la vagina, podemos acceder a dos puntos de placer muy importantes, que son los siguientes:
Punto G
Es una protuberancia rugosa que se encuentra en el interior de la vagina, justo debajo de la uretra. Aparece con altos niveles de excitación y para acceder a él hay que poner los dedos en forma de gancho o utilizar algún juguete sexual diseñado para estimularlo. Su estimulación junto con la del clítoris, pueden dar lugar al conocido squirting. Los orgasmos del punto G son muy intensos y, al estar situado bajo la uretra, te da la sensación de hacerte pis. Simplemente déjate llevar.
Cul de sac
Este punto es desconocido para muchísima gente. Cuando se llega a un punto de excitación lo suficientemente alto, el útero se eleva de forma que deja un espacio tras de sí, dándole a la vagina más longitud. Este espacio al que se accede con penetraciones profundas se denomina cul de sac.
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